‘Blended learning’, el sistema educativo que fomentó la pandemia y ahora prefieren profesores y alumnos

El modelo híbrido que se ha seguido durante este curso incorpora las ventajas de la formación en línea, a la vez que permite las relaciones personales. Docentes y estudiantes creen que es la mejor opción de futuro

Alejandro Guillén comenzó el Grado de Ingeniería Matemática en septiembre de 2019. En marzo de 2020 fue uno de los casi 1,3 millones de universitarios españoles, según el informe Datos y cifras del Sistema Universitario Español (2019-2020), del Ministerio de Educación y Formación Profesional, al que el coronavirus obligó a cambiar las aulas presenciales por la educación online. La cifra crece hasta 1,6 millones si contamos también los estudiantes de máster y doctorado.

Chicas estudiando
Estudiantes de la Universidad Foral de Navarra repasan antes del inicio de la EvAU.JESÚS DIGESEFE

Antes de la pandemia, las instituciones de educación superior estaban preparándose para la transformación digital. Sin embargo, el Covid-19 aceleró este proceso, siendo el educativo uno de los sectores que más cambiaron, solo por detrás del bancario.

Tras un curso pasado que finalizó en remoto, este ha estado marcado por la implantación de un modelo híbrido en el que las facultades, como la de Ciencias Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid, donde estudia Alejandro, dividieron las clases en presenciales y online (blended learning) y a los alumnos en dos grupos, para que cada uno escogiese a cuál asistir. Por ejemplo, Alejandro, con asignaturas repartidas a lo largo de todo el día y varias horas de descanso entre ellas, ha preferido seguir las clases desde casa. Los exámenes parciales, si los tenía, eran virtuales; los finales, de presencialidad obligatoria.

Este método educativo se conoce como aprendizaje líquido y busca facilitar la formación de los estudiantes, que en la actualidad ya no son solo jóvenes sino también profesionales en activo, el llamado lifelong learning o reciclaje profesional, gracias al uso de las nuevas tecnologías. «La digitalización desempeña un papel fundamental para los perfiles más profesionales, que tienen necesidades distintas de formación y de flexibilidad», señala Otilia de la Fuente, directora general de la Universidad Europea de Madrid (UEM).

La migración exprés a este modelo en marzo de 2020 contó con el asesoramiento de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y la Oberta de Catalunya (UOC), pioneras de la educación semipresencial en nuestro país, a través del proyecto Conectad@s: la universidad en casa, impulsado por el Ministerio de Universidades y la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE).

NUEVAS HERRAMIENTAS

Ponerlo en práctica ha exigido a los centros importantes inversiones en equipamiento de aulas y espacios docentes para poder transmitir las clases de forma virtual -«hemos adquirido cámaras de 360º, micrófonos de alta sensibilidad y pizarras inteligentes», señala De la Fuente-. También se han adaptado procesos de aprendizaje con nuevas metodologías activas, «como entornos simulados, gamificación y laboratorios virtuales», explica la directora general de la UEM, que también ha incorporado nuevas herramientas para apoyar la docencia en línea, como la Inteligencia Artificial aplicada a los procesos de evaluación para la comprobación de la identidad.

Ahora, la gran incógnita es qué pasará el curso que viene, que se espera comience con los veinteañeros ya vacunados contra el coronavirus, según el calendario del Gobierno.

Desde la CRUE explican que «las universidades españolas quieren alcanzar la máxima presencialidad posible que permita la situación sanitaria», porcentaje que estará determinado por las autoridades. Sin embargo, la Comisión Sectorial de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de este organismo también considera que «incluso cuando se ha podido retomar en cierta medida la presencialidad, muchas de estas herramientas se han seguido usando», por lo que cree que los cambios implantados por la pandemia han llegado para quedarse.

Opinión que comparte la comunidad docente. «La experiencia de estos meses impulsa de modo claro la digitalización en los procesos educativos de todos los niveles de la enseñanza», dice Manuel Lacruz López, vicerrector de Grado y Posgrado de la UNED, institución que en 2022 celebra el 50 aniversario de su fundación. «La tecnología aplicada a la formación académica se va a quedar y seguirá evolucionando», prosiguen desde el Departamento de Comunicación de Cunef. «La formación del futuro requiere conjugar recursos en los que la presencialidad será importante, con la presencia continuada de otras metodologías docentes que incorporen la posibilidad de recurrir a contenidos y formatos donde la tecnología y las herramientas vinculadas al uso de potentes campus virtuales, combinados con software de videoconferencia, permitan una formación más completa y apropiada para la era digital», añaden.

Una flexibilidad que apoyan alumnos como Alejandro, que la considera factible una vez que las universidades ya cuentan con los equipos necesarios para hacerla realidad.

VIDA UNIVERSITARIA

Además, el modelo mixto permite solventar la falta de relaciones entre los estudiantes, el principal hándicap de la formación exclusivamente online. «En los pocos meses que hice de curso antes del confinamiento, apenas me dio tiempo a hacer amigos y ahora, prácticamente, no mantengo el contacto con ninguno», dice Alejandro.

Por ello, los expertos consideran que la semipresencialidad incorpora lo mejor de ambos modelos. «Por un lado, las ventajas de las nuevas tecnologías. Por otro, que el alumno tenga contacto con sus compañeros y tutores y experimente la vida universitaria», concluye Lacruz López.